En los últimos posts, me dediqué a cubrir la primera misión espacial tripulada a manos de una de compañía privada: SpaceX. ¡Un giro de tuerca a la industria aeroespacial!
¿Pero sabías que el fundador y CEO de SpaceX, Elon Musk, se dedica a mucho más que enviar naves al espacio? Este brillante genio y emprendedor sudafricano también se mueve en los campos de las telecomunicaciones, energía solar, autos eléctricos e inteligencia artificial, entre muchas otras.
Y precisamente hoy quiero hablarte de una de sus más prometedoras compañías y una que, sin dudas, puede cambiar el futuro: Neuralink.
¿Qué es Neuralink?
Fundada únicamente por Musk en 2016, Neuralink es una empresa de neurotecnología que se especializa en una disciplina muy especial: el desarrollo de interfaces cerebro-computadora (BCI por su sigla en inglés).
Parece sacado de un filme de ciencia-ficción, ¿verdad? Pero no es ciencia-ficción, porque Neuralink ha hecho grandes progresos al respecto.
Y, al parecer, en los próximos años hará realidad algo muy parecido a lo que hemos visto en filmes como Johnny Mnemonic y The Matrix.
Pero de momento se enfocan en la creación de dispositivos para el tratamiento de pacientes con enfermedades neurodegenerativas como Parkinson, Alzhaimer y esclerosis lateral amiotrófica (la misma que padeció Stephen Hawkings) mediante la estimulación cerebral directa.
Pero las interfaces cerebro-computadora (BCI), también llamadas interfaces cerebro-máquina (BMI), tienen muchas otras aplicaciones más allá del campo de la medicina, como veremos a continuación.
¿Qué son las interfaces mente-computadora?
Las interfaces mente-computadora (BCI), constituyen una tecnología que se basa en la lectura e interpretación de ondas cerebrales para que el cerebro pueda interactuar directamente con una computadora. En otras palabras, controlar ordenadores con el pensamiento tal y como lo hacemos normalmente con las manos.
Las aplicaciones de esta clase de tecnología son muchas. Por ejemplo, ayudar a personas discapacitadas o con enfermedades neurodegenerativas. También la creación de dispositivos que actúen según tus estados de ánimo o que pueden ser controlados por la mente.
Y, por supuesto, no pueden faltar las aplicaciones industriales y militares, como el control de maquinaria y la comunicación telepática o con aparatos en el campo de batalla.
¿Qué hace exactamente Neuralink?
Como ya vimos al principio, Neuralink se enfoca actualmente en el tratamiento, a través de las interfaces cerebro-computadora, de numerosas enfermedades causas por desórdenes neurológicos. Por ejemplo, Parkinson, Alzhaimer, esclerosis lateral amiotrófica (ELA), etc.
Las investigaciones han probado que un paciente puede controlar el cursor de un ordenador, prótesis robóticas y sintetizadores del habla mediante aparatos que leen e interpretan las ondas cerebrales.
Pero Neuralink no se limita a palear o hacer más tolerable estas enfermedades, sino que apunta directamente a su cura, ya que estos estudios permiten conocer mucho mejor el cerebro humano y encontrar así tratamientos viables que implican su estimulación directa.
Además de este campo de investigación, en Neuralink se trabaja para lograr que los dispositivos controlados por la mente se conviertan en una realidad comercial en los próximos años.
Si tienen éxito, nos espera un mundo en que podremos chatear y navegar por Internet, escribir, pedir productos online y conducir el auto solo con nuestros pensamientos.
Pero eso no es todo. Elon Musk planea la completa simbiosis entre la inteligencia artificial y la mente humana, para convertirnos en seres más inteligentes. Sin dudas, una meta ambiciosa pero que no está muy lejos de ser una realidad.
Ello implica no solo leer e interpretar ondas cerebrales, sino hacer posible una comunicación bilateral entre la mente y las computadoras. Es decir que las computadoras puedan enviar información directamente al cerebro y este interprete dicha informaicón.
De esa forma, en un futuro cercano, las interfaces mente-computadora harían los entornos de realidad virtual completamente inmersivos tal y como los vemos en las más ambiciosas películas de ciencia-ficción. Ello además de permitir dispositivos que mejores nuestras habilidades cognitivas y nos ayuden a pensar y aprender más rápido.
Imagino un futuro en que todas las personas estén conectadas en red, como hoy día lo están los ordenadores. Y que visites un lugar desconocido y el dispositivo que tienes insertado en tu corteza cerebral descargue toda la información sobre dicho lugar. Podrías moverte como si vivieras ahí.
O que desees apostar por un trabajo del cual no dominas nada, y puedas descargar directamente a tu cerebro todos los conocimientos y habilidades necesarias (para ser realistas, posiblemente tengas que pagar, ¡pero eso ya es algo!). Sin dudas, una idea muy tentadora.
Y será posible en la medida en que progresen las investigaciones que se están realizando hoy en esta fascinante empresa fundada por Elon Musk. Porque no cabe duda de que las interfaces cerebro-computadora pueden cambiar nuestra vida para siempre.
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