En el mundo real, no existe lo gratis. Los negocios requieren dinero, porque son una inversión y las inversiones, normalmente, dan un rendimiento proporcional a lo que has puesto en ellas. Al fin y al cabo, si no estás dispuesto a gastar dinero, no puedes esperar que otros vayan a hacerlo.
Por eso, el poco dinero que tengamos hemos de administrarlo muy bien y emplearlo en esa campaña para comprobar si nuestro producto viable mínimo encaja con el mercado, ya que de antemano no podremos saber nada a ciencia cierta. Así que, emprender sin dinero significa hacerlo realmente con muy poco. Si no tenemos unos cientos de euros para la campaña, entonces tenemos que pensar muy bien lo de emprender.
Aunque muchos te digan lo contrario, la verdad es que si no cuentas con un buen capital lo mejor sería no emprender. Esto se debe, principalmente, a que las empresas consumen dinero y no suelen darlo tan sencillamente. En caso de no tener un buen monto de dinero, lo mejor que puedes hacer es buscar un trabajo, ahorrar y luego, cuando tengas una buena cantidad enfrentarte al mundo de los negocios.
Sin embargo, aquí te diremos algunas cuestiones que debes tener en cuenta a la hora de emprender con poco o nada de dinero.
Buscar un mercado ansioso
Dado que no tenemos dinero y en el mundo real las empresas lo necesitan para seguir vivas, ese dinero lo tendremos que obtener de ventas. Para obtener ventas rápidas, necesitamos un mercado ansioso, no hay otra manera. Siempre insisto en que la elección del mercado es lo que determina el éxito o fracaso del 99% de nuevas empresas. Esto es más cierto que nunca en el caso de emprender sin dinero.
Una de las características principales de un buen mercado es que sea dinámico y compre. En el caso de emprender sin dinero, hay que ir un paso más allá y buscar un mercado «ansioso». Uno que siempre esté dispuesto a pagar, y rápido, uno que tenga un historial comprobado de mercado que bulle de actividad.
Sin embargo, encontrar un mercado ansioso no basta, debemos combinarlo con nuestra solución. Por eso, debemos comprobar cuanto antes si es el mercado adecuado para nosotros introduciendo el producto que tenemos en la cabeza. Por eso, este primer paso va unido al segundo.
La búsqueda agresiva de clientes
Una vez comprobamos que nuestra idea es deseada por el mercado, tenemos que construirla del todo si no la tenemos ya y empezar a buscar clientes. Pero no de cualquier manera, sino con una urgencia especial. La agresividad, en cuanto a tener que subir un nivel la intensidad de lo que hacemos, es necesaria si estamos emprendiendo sin dinero. Vamos contrarreloj, así que hemos de meter una marcha más en todo: a la hora de terminar el producto, a la hora de buscar clientes…
Si no tenemos dinero para emprender, hemos de ser conscientes de que vamos a tener que suplir esa carencia con nuestro tiempo e ingenio. Al final, la ecuación de los resultados es constante, si restas una cosa (dinero) y quieres esos resultados, debes añadir otras (tiempo, acción masiva, ingenio…)
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